miércoles, 23 de diciembre de 2009

Suelen venirme a la cabeza recuerdos de este verano muy de vez en cuando, cada vez que me acuerdo acabo llorando, no de tristeza sino de añoranza. Era como vivir la vida ideal, levantarse por la mañana ducharse con un tío guapo, desayunar algo buenísimo y vaguear toda la mañana, normalmente habían pocas mañanas porque nos levantábamos tardísimo. Luego llegaba la hora de comer, cualquier cosa que se cocinara rápido para no perder tiempo. Por la tarde siempre acabábamos en macba o algún sitio por el estilo. Lo que más me gustaban eran las noches, hacíamos locuras o simplemente nos quedabamos en casa hablando estirados en la cama, nunca me acostumbré a no sabes que íbamos a hacer por la noche. La segunda mejor sensación del mundo, no preocuparte por nada, no porque no quieras sino porque no debes solo dejar que el tiempo pase y actuar impulsivamente. La primera, levantarme cada día al lado de lo más bonito del mundo i verle dormir .

lunes, 14 de diciembre de 2009